Un hombre con antecedentes violentos fue detenido después de dar un
puñetazo en la cara y morder en el brazo al vigilante de seguridad.
Un vecino de Sagunt fue detenido durante la mañana de ayer tras propinar
un puñetazo en la cara y morder en el brazo al Vigilante de seguridad que
custodia la administración de Hacienda. Este es el segundo incidente grave que
sufre esta oficina en los últimos meses, ya que a principio del pasado verano,
tal y como informó en su día Levante-EMV, un hombre lanzó un objeto
contundente a la cara de un funcionario, un caso que todavía se encuentra en
trámites judiciales.
El suceso de ayer fue protagonizado por una persona con antecedentes por
violencia machista, según precisan a este rotativo, fuentes policiales, que ya
llegó «alterado» a la administración de la Agencia Tributaria. El vigilante
agredido precisa que se puso «faltón y agresivo» con una trabajadora, a quien
ese comportamiento ya le hizo alejarse del mostrador por temor a una reacción
más violencia, después de intentar que el contribuyente entendiera que el
trámite que pretendía hacer, como ocurre con la mayoría, requería de cita
previa.
El Vigilante de seguridad no tardó en acercarse a la zona y tratar de
calmar al hombre, al que invitó a salir de la oficina y pareció tranquilizarse,
cuando ya estaban en la calle. Sin embargo, en ese momento «me pegó un puñetazo
en la mandíbula e intentó hacerlo una segunda vez, pero me dio tiempo a
esquivarlo y lo conseguí reducir tirándole al suelo», con la colaboración de
otro hombre que esperaba su turno para ser atendido en la administración. Ya en
el suelo, el agresor «me dio un bocado en el brazo», añade el vigilante en
declaraciones a Levante-EMV.
Otra vez aparentemente calmado y después de comprobar la herida provocada
por el mordisco, el hombre, que es «muy corpulento», intentó escapar por la
calle Huertos hacia la plaza de la Morería, donde una pareja de la Policía
Local, que ya había sido advertida por una llamada al teléfono de emergencias,
le interceptó mientras caminaba a ritmo alto, aunque sin llegar a correr, según
confirman varias fuentes.
Testigos de la detención explican que «no se mostró colaborador con los
agentes y se negó a identificarse, además de forcejear. Incluso llegó a hacer
ademán de huir en un par de ocasiones, hasta que los policías desenfundaron la
pistola táser y ahí se acabó la resistencia». Ya esposado, los agentes
condujeron al hombre de vuelta a la oficina de Hacienda, donde el vigilante
ratificó que era el agresor, momento en el que la Policía Nacional se hizo
cargo de él y le condujo hasta la comisaría de Sagunt.
Como consecuencia del ataque, el Vigilante de seguridad sufre contusiones
y daños en el hombro, el codo, las manos, la rodilla y la cadera, además de
someterse al protocolo de actuación frente a mordeduras, que le hizo
desplazarse a una clínica, donde se descartó que el diente hubiera penetrado en
el brazo del agredido.
Incidencias habituales.
Desde la administración de Hacienda en Sagunt reconocen que
«desgraciadamente es habitual sufrir algún tipo de incidencia, aunque no suele
pasar de la agresividad verbal». Ese es el motivo por el que la oficina cuenta
de forma estable con seguridad privada, que «siempre está muy atenta a estas
situaciones», como ocurrió también ayer, cuando la actuación del Vigilante de
Seguridad «evitó que la funcionaria se viera implicada en los hechos».
Estas mismas fuentes reconocen que no tienen a su alcance más medios para
evitar estos incidentes, así que reclaman a la gente que «se mentalice que el
personal que trabaja en la administración es autoridad pública, así que
cualquier agresión reviste una mayor gravedad».
En cuanto al ambiente que se respira entre el personal de la oficina de
Sagunt, fuentes de la Agencia Tributaria reconocen que «después de este tipo de
sucesos no se trabaja igual, porque hay más tensión e incluso miedo, porque no
nos podemos centrar en nuestra tarea».
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